viernes, 27 de noviembre de 2009

Sevilla

Bueno pues por fin toca que os hable de Sevilla, lo que para mi significa. Puesto que este fin de semana voy a bajar, creo que es un buen momento.
Cuando habló de Sevilla con mis amigos la llamo el pueblo, porque al fin y al cabo viviendo en una ciudad de 4 millones de habitantes el llegar a una ciudad de apenas uno es lo que siento.
Tiene un casco histórico tan bonito, tan intocable a la vez, quiero decir que no van a empezar a levantar rascacielos, aunque nunca se sabe. Una ciudad que tardas apenas media hora en cruzarla, cuando si yo quiero cruzar Madrid tardaría horas (algún intento ha habido).
Pero más allá de lo grande o pequeño de la ciudad, lo que me cautiva de ella es su ambiente. Pasear por sus calles es una delicia, calles estrechas con sus propios sonidos. El olor a azahar de la primavera, de la Semana Santa. La desesperación que me entra cuando entro a un bar y pueden pasar horas y que el bar este vacío y todavía no me hayan atendido, luego cuando corro de un lado a otro en Madrid pienso, ¿pero no podremos bajar el ritmo alguna vez?. Poder entrar en una pequeña taberna y si el tiempo es propicio tomarte tu cervecita en la calle con tu tapa, por supuesto. O el ir a un bar por la noche y poder estar horas sentado hablando con música de fondo, pero tranquilamente, eso es difícil encontrarlo en Madrid.
No puedo olvidarme de citar sus monumentos, si es que los paseos no son lo mismo cuando ves la Catedral con la Giralda, el río con ese puente de Triana o la Plaza de España y la Torre del Oro. Tampoco me puedo olvidar de sus gentes, volver andando de madrugada (cuando empieza a amanecer) y ver a esa señora (como en los pueblos) fregando sus puerta, ¡hasta la acera!. O el "salero" con el que te tratan que parece que te conocen de toda la vida. La alegría en general que se respira. Como no, me liga a esta ciudad el mundo de las Hermandades, pero no me quiero detener aquí, porque este punto merece punto y a parte en mi rinconcillo.
En definitiva, me escapo a Sevilla, "mi Tierra Santa", me va a servir para volver con fuerzas, para refrescarme la mente y afrontar con fuerzas estas Navidades que ya veo en las calles pero que no siento, y que tan pocas ganas tengo de disfrutar este año.

Os dejo una de mis postales favoritas de Sevilla, espero que os guste

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