miércoles, 25 de noviembre de 2009

Dualidades y polos, formas de ser

De un tiempo a esta parte vengo analizando que en nuestra sociedad, cada vez más tendemos, a lo "bi", es decir a los extremos, los polos, al bipartidismo, etc. En definitiva solamente dos opciones, blanco o negro.
En política cada vez son más los Estados que se asientan sobre las bases de dos grandes partidos, generalmente Izquierdas y Derechas (aunque todos dicen partir del centro, por lo menos aquí en España). Si nos fijamos también, a grandes rasgos, siempre existen dos regímenes, los democratizados y los que no lo están. Dentro de estos, los hay de diferentes tipos (fascistas, populistas, etc.).
Las sociedades también suelen partirse en dos: buenos y malos, ricos y pobres. En el fútbol tres cuartos de lo mismo (ya digo, aquí en España).
Y me pregunto por qué será, porque siempre tendemos a dividirnos, a fragmentarnos en dos grandes grupos y me atrevería a decir a enfrentarnos. Podríamos pensar que los políticos lo hacen por convicción, por ideas, pero cuesta creerlo, cuando en este país la política se ha convertido en una profesión. Podríamos, a su vez, pensar que en esta sociedad las diferencias también tienen su por qué; pero muchas veces no lo encontramos. Y es aquí donde surge la duda, ¿somos nosotros los que nos marcamos en un grupo?, o por el contrario, ¿es la sociedad que no encuadra ahí?. Bueno pues un poco de las dos ¿no?. Es decir, que sí que está claro que nosotros en España tenemos libertad de decisión y llegamos o nos situamos en la vida donde queremos o donde llegamos con nuestro esfuerzo y capacidades. Pero a su vez, analizando esto último sacamos la conclusión de que si actuamos de una manera llegamos a enmarcarnos en un grupo, pero no tengo el convencimiento absoluto de que decidamos nosotros estar ahí. Me explico, sabemos que si somos humildes y trabajamos podremos llegar a un punto, pero es poca la gente que trabaja y teniendo los medios decide cómo encarrilar su vida, simplemente hace lo que hacen los que están en su mismo estado.
Si eres rico y te conviertes en pobre, por ejemplo, está claro que en gran medida será tu culpa pero dentro de esto está el que tu puedas elegir o no, cuando eres pobre, como actuar. O al revés, si eres pobre y te conviertes en rico, en tus manos estará el decidir si actúas como los que son como tú o actúas de la manera que tu crees que debes actuar.
En conclusión, opino que muchas veces no nos paramos a pensar que queremos ser si no que simplemente hacemos lo que la sociedad espera que seamos.

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