lunes, 21 de noviembre de 2011

Análisis desde fuera de las trincheras (I)

Insatisfacciones

Se supone, que el día después de unas elecciones, el estado de ánimo de unos y otros puede variar desde la satisfacción máxima por la victoria a la depresión por la derrota. Los comicios celebrados ayer, han supuesto esto para muchos electores, pero nos han dejado algo nuevo, ese sentimiento de insatisfacción por algo que no se cree justo.

Una vez más, los partidos mayoritarios tradicionales y los nacionalistas/regionalistas han sido los más beneficiados. Tanto que ya se rumorea que alguno está promoviendo la canonización de Víctor D'Hont por los servicios prestados a la causa. Mientras en la masa social empieza a correr el run-run de la necesidad de olvidarnos de este método, buscando soluciones más justas.

La victoria, al menos en escaños, del Partido Popular es incontestable. Lo que le da manos libres para llevar a cabo las reformas que crea oportunas, pero a su vez, debe asumir el coste que ello conlleva haciéndose el máximo responsable de lo bueno o malo que ocurra. En honor a la verdad, me gustaría destacar hoy el carácter de unidad, trabajo y de no crispación que se vio ayer en el discurso de Mariano Rajoy y que confío que dure y no se lo lleve el viento. 

Por otro lado, el palo al PSOE ha sido duro, castigo de los electores con clara fuga de votos a otros partidos y la abstención, que como siempre, parece haberles hecho mella. Lo enmarco dentro de los desastres que están teniendo todos los gobiernos que han sufrido esta crisis. Aunque, y es pronto para saberlo, intuyo una fuga de votos socialistas, hartos del carácter del partido, que en verdad no ha sabido despegarse de su época dorada, que parece cercana, pero que ya peina canas, porque treinta años, son, aunque no parezca nada. 

El crecimiento de ciertos partidos es previsible, IU y CIU (buen ejemplo de como los electores, depositan su confianza en un partido que gobierna y ajusta su economía, eso es innegable). El repunte de ciertos nacionalismos es, a mi juicio, preocupante, pero relativizando miremos los datos; como no, gracias al mencionado D'Hont, Amaiur consigue 7 escaños, pero su número de votos es poco más de 300 mil (un 1,37% de los votos) Por tanto y aunque se nos vaya a vender de otra manera, su apoyo social no es amplio. Hay que tener cuidado, y ser siempre conscientes que su fuerza va a ser mayor pero no olvidar que no son la mayoría. 

Este, que es el caso más llamativo, es el ejemplo de lo que pasa con ERC, PNV y otros partidos de  ciertas regiones de España. Y es aquí donde cabe analizar el ascenso en votos y escaños de UPyD, 1.100.000 votos para 5 escaños. Refleja fielmente que en España los votos no valen igual, pero también refleja que empieza a haber una corriente que quiere que esto cambie, haciendo de España una circunscripción única. Esto empieza a agotarse, y lo que un día fue bueno, no puede serlo para siempre.

Sentimientos encontrados, como siempre, tras una jornada así. Lo que son datos y números, pasa a volcarse dentro de cada uno en sensaciones, pero no olvidemos, que al final, lo único que contará, es que, todos juntos trabajemos, más allá de nuestros ideales, en tener un mundo mejor. Que el cambio venga hacia dentro y que no se lleve por delante, ni a unos, ni a otros, porque como hace poco me dijo alguien muy sabio "no hay trincheras inocentes".