Viendo la última "demostración de poder" de Israel a uno le da que pensar. ¿Se habrán vuelto locos?, que va, para mi que lo de Israel viene de siempre. Históricamente ha sido así, siempre pasando por encima como una manada de elefantes. Siempre lamentándose y sobretodo siempre, siempre olvidando. Ellos que han sufrido en sus carnes las injusticias de una barbarie sin sentido; ellos, que siempre han sufrido la persecución. Ahora lo olvidan, de nuevo.
En estos 70 años, han renacido de sus cenizas cual Ave Fénix, de un Holocausto que casi les borró de la faz de la tierra, renacieron y han forjado un imperio, pequeño en territorio, infinito en lo que no se ve. Su crecimiento ha sido espectacular y vertiginoso, y es este vértigo lo que parece haberles acercado al abismo del olvido, al que cada vez se asoman más.
Han aplastado a un pueblo e intentan hacer lo mismo con una religión, lo que les ha convertido en carceleros cuando ellos han sido prisioneros. Y ahora, también en verdugos. Intentando cortar la ayuda a este pueblo. Qué hubiera pasado si los rusos no hubieran llegado o alguien se lo hubiera impedido. ¿Quién sabe?.
Es justo defender tus creencias, tus ideas, hasta es justo necesitar un territorio para tu pueblo y conseguirlo. Pero, ¿es justo conseguirlo a toda costa?, rotundamente no. Más allá de la nacionalidad y la religión están las personas, que son las que hacen posibles estos sueños que son los países y las Iglesias.
A veces pienso, que cuando todo empezó, cuando surgió el primer impulso de vida, cuando evolucionamos y llegamos a lo que fuimos, cuando nacimos como hombres nuestro primer impulso fue amar, pero la envidia y el odio se ha ido apoderando de nosotros, hasta crear lo que somos. ¿Hasta dónde será capaz de llegar el hombre?, la respuesta en Israel.
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