viernes, 12 de febrero de 2010

Correbous sí, corridas no.

Después de un mes sin escribir en este rinconcillo de mi, que también es el vuestro, vuelvo con un tema de bastante actualidad y que a los que no me conocéis, os servirá para haceros con otra parte de mi.
Me confieso taurino, no soy un gran entendido, pero me gustan los toros. Como tal, considero un disparate prohibirlos aquí o en la conchinchina y más si esta prohibición se lleva a cabo como mera artimaña política. Pero antes que esto, entremos en materia, como la mayoría de la gente sabe, en Cataluña ha salido adelante una ILP (Iniciativa Legislativa Popular), es decir un Proyecto de Ley, para prohibir las corridas de toros (por supuestos motivos de tortura animal). A partir de aquí empezemos los análisis, cómo se llega hasta este punto, ciertos grupos Pro- Derechos de los animales con apoyo de cierto sector político (mayoritariamente independentista) recoge firmas para presentar este proyecto de Ley, cuando las ha conseguido se tramita este proyecto y se vota en Pleno para ver si se hará un debate o no, sobre la ILP. Todo esto se ha llevado a cabo hasta el pasado diciembre, tras pasar todos estos filtros, la Ley será debatida proximamente.
Todo esto son los formalismos, ahora les ofrezco la visión que yo tengo del tema y que me he decidido a publicar después de haber leído unos cuantos artículos, recomiendo uno de Vargas-Llosa escrito en El País, donde nos explica que conlleva este precedente, que nos jugamos, ya que si decidimos prohibir los toros tendremos que actuar en consecuencia con muchas otras vejaciones hacia los animales, o ¿sufre menos un pobre cerdo metido en una jaula donde no puede moverse y las patas se le cuelan entre los barrotes?, ¿la masificación de las Granjas no son, entonces, campos de concentración animal?. Debemos por este motivo prohibir este tipo de crías y su asesinato también, ¿no?. Renunciarían muchos de estos activistas a una buena butifarra catalana, no lo creo. Por no hablar de que la raza del toro bravo se extinguiría, solo se cría con este fin, el de la lidia. Y que decir de esos toros que puede ver uno pastando en un gran campo verde, corriendo y durmiendo a la sombra, a mi esto se me asemeja mucho más al paraíso que al infierno y yo creo que es una situación mucho más buena que los pobres cerdos o gallinas.
Que el toro sufre en la plaza no lo duda nadie, pero lo que tampoco puede negar nadie es que ese toro no lucha contra un ser invencible, lucha contra un ser inferior físicamente y al que puede muchas veces. Y que decir tiene que cuando un toro demuestra su bravía no se le mata, ¡se le deja vivir!, como un semental...pobre cerdo que cuando es bueno, bueno, bueno, solo sirve para subir el precio (eso sí que les gusta, a los catalanes digo).
Termino con lo que empezaba, con el titular, Correbous sí, corridas no. Pues no satisfechos con todo esto, los políticos catalanes pensaron que prohibir los toros les separaba más de España y no se dieron cuenta que muchas de sus tradiciones conllevan el uso de astados (algunas veces y todo para ponerles fuego, eso sí que me parece una tortura); pues bien quieren ahora blindarlo que brindarlo, y hacer otra Ley que proteja específicamente estos festejos. Pues bien señores, aquí lo tienen ustedes, pasen y vean, el circo... lo que nos une con España esta mal, lo nuestro ¡no, por favor!. Alguno dirá y qué hacen los partidos no nacionalistas, pues qué van hacer, bajarse los pantalones, como de costumbre, no vaya a ser que nos quedemos sin el trocito de pastel. O por ejemplo, otros dirán que hacen las personas que apoyan los toros, pues callar, no vaya a ser que algún progre con su manual de ciudadano moderno, vaya a decirnos asesinos, habrá que verles a ellos en sus casas), también hay alguno taurino que calla porque le conviene, ya se oye el run run de las maquinas tirando la Monumental de Barcelona, ¡qué negocio!.
En fin, que esperar, nos perseguirá toda la vida, pero es la verdad..."País de charanga y pandereta".

1 comentario:

  1. Hola Jose, soy Jonathan y estoy plenamente de acuerdo contigo y leyendo como tu y conociendo un poco la cultura catalana que es donde ha nacido este "debate-persecución" contra lo taurino me parece cuanto menos curioso que se preocupen por lo derechos de los toros, cosa que me parecería digno de admirar en el caso que lo hicieran por convicción y no por motivación política, y que sin embargo no les precupe los derecho de un niño que tiene que trepar 20 o 30 metros por una torre de hombres para coronar un Castellers.
    Algún Catalanista podrá decir, mire usted es que es niño trepa, primeramente porque el así lo desea y siendo menor de edad es autorizado por su parte. A lo que le contestaría pues si es así ¿quien le ha dicho a usted que los taurinos no vamos a los toros porque no lo deseamos nosotros?.
    Dicho estó no creo que nadíe esté en el derecho una fiesta a la que tantos y tantos españoles de diversos lugares y de distintas edades se sienten ligados. La única solución coherente para solucionar esta discusión es simplemente el respeto, el respeto mutuo y el respeto hacia cualquier manifestación de arte y cultura en nuestro país dentro de los límites de nuestra sociedad.

    Un saludo Cuco. Jonathan

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